Todas están hechas a mano: la extraordinaria pared exterior de la presentación de Brasil está formada por un millón y medio de pequeñas varillas de madera. Quien las empuja con la mano o con todo el cuerpo hacia afuera o hacia adentro puede imprimirles la huella de su contorno.

Tras ingresar a través de una cortina de varas de aluminio, el visitante descubre paulatinamente 13 recintos y pasillos entrelazados construidos en dos pisos, donde se puede escuchar música y literatura, ver obras de arte o sentirse en medio de la rutina de los brasileños.

Una sala de estar con un sofá, banquetas y una gran colección de artículos de uso nos invita a tomarnos un descanso. A través de la ventana es posible divisar lo que sucede en la calle y en las otras vivendas. La gente y las familias fueron filmadas con cámaras fijas y desfilan simplemente ante los ojos del visitante.

Propuestas para niños y jóvenes: El pabellón brasileño tiene una tarjeta de visita muy especial: el visitante puede dejar una impresión en relieve de su cuerpo apoyándose en la pared exterior. El muro está formado por miles de varillas de madera que pueden ser empujadas hacia adentro o hacia afuera.