Macedonia demuestra que es posible transformar una economía dirigida en una economía social de mercado teniendo en cuenta al medioambiente. La reconstrucción del país se apoya en el programa nacional medioambiental celebrado en 1996. Algunos de los proyectos que constituyen este programa serán presentados en la EXPO de Hanóver como por ejemplo, el de reforestación de los bosques y el de construcción de una planta de depuración de aguas residuales sobre el río Vardar.

Sobre los adelantos en estos proyectos, el visitante podrá informarse a través de maquetas, paneles informativos y animación computarizada. De estos medios expositivos se deduce que la protección ambiental no sólo cuesta dinero sino también crea nuevos mercados de consumo. Algunos productos agrarios macedónicos de cultivo ecológico se venden, por ejemplo, como alimento para niños. Macedonia le ofrece una prueba de estas delicias no sólo a los más pequeños: el eco-restuarant del pabellón macedónico presentará sus especialidades a quien lo requiera.