El desierto de Kalahari con leones, cebras, jirafas antílopes y elefantes viviendo en libertad y los humedales de la cuenca del Okavango con hipopótamos, cocodrilos e innumerables aves acuáticas son las atracciones de Botswana. También determinan las representaciones artísticas y la artesanía que se muestran en la presentación de Botswana en la Nave de África.

Después de que las reservas de animales fueran gravemente diezmadas en los últimos veinte años por la sequía y la acción humana, hoy un 37 por ciento del país está destinado a ser Parque Nacional y Reserva de la vida salvaje. Gracias al desarrollo de un turismo respetuoso se podrá justificar económicamente la conservación de esta naturaleza única. El gobierno desea mostrar que la conservación del mundo animal primitivo se puede conciliar con las necesidades de las personas y con el desarrollo económico.